El 11 de agosto de 2024, la Comisaría de Agua presentó un informe técnico exhaustivo sobre la situación, lo que facilitó el inicio del proceso sancionador. En paralelo, la Unidad de Planificación Hídrica llevó a cabo una serie de pruebas científicas esenciales: analizaron la infiltración del suelo, extrajeron núcleos de árboles para rastrear la fuente de agua, tomaron muestras en los manantiales para determinar su punto de infiltración y realizaron un mapeo multiespectral para evaluar la salud de la vegetación. Estos estudios fueron cruciales para entender el alcance del daño y desarrollar una estrategia efectiva para preservar el ecosistema afectado.
En una acción decisiva, el mismo día, miembros de nuestra Institución coordinaron con el propietario del terreno la plantación inmediata de más de 200 árboles de ciprés y pino. Esta medida de compensación busca restaurar la vegetación y apoyar la recuperación del área devastada.